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Quedarse en silencio y mirar alrededor miles de luces cantando hasta casi palpar la vibración durante poco menos de tres horas. Satisfechos y después de disfrutar la entrega arrolladora Valdivia, Cardiel, Andréu y Bunbury después de falsos finales se despidieron como debe ser y le siguió nada mejor que la nostálgica pirotecnia en el cielo y después de desenchinarme la piel hasta los huesos yo seguía tarareando “aún nos quedan cosas por hacer…” y esta vez para mi suerte ya no tenia 14 años.
Realidad que acompaña a la imaginación: jeans, chamarra y apenas rimel en las pestañas, con más canciones de desolación que nostalgia, ganas tremendas de compartir canción sin saldo y dolor de cuello (por aquello de la altura), entre 60 mil personas en el Segundo concierto. Foro Sol, México D.F.
Fue así como los de Ciudad Satelite, sin los Exagerados escenarios, y con tan solo un dinámico juego de luces pero sobretodo con la majestuosa calidad de sonido y espectáculo que proporcionaban con su energía y coreografías prendieron a las más de 15 mil almas hambrientas de rock quienes aun retando al Dios Tláloc se dejaron nuevamente llevar por el baile y cuando la lluvia se descargaba con más intensidad al unisono se escuchaba el estruendo de "Alarmala de tos" ...en ese momento me arrepenti de no haber llevado el cinturón (por miedo a que me lo decomisaran en la aduana de la entrada) y así saltando con una mano al aire y otra en las presillass de mi pantalón, sujetandolo ante tanto brincoteo con lo pesado que se convierte el pantalón cuando absorbe el agua y se humedece hasta los tobillos.
"No dejes que amanezca,
no dejes que la noche caiga,
no dejes que el sol salga,
sólo dejame estar junto a ti"...